De Madres de Soacha a sujetas políticas: Capacidad de agencia ante la impunidad en Colombia



Rocío Mateo Medina, Global Education Magazine,Rocío Mateo Medina

Abogada especialista en Género. Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres-Delegación Andalucía

e-mail: rmateomedina@gmail.com

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Resumen: La presente investigación de carácter cualitativo desde un paradigma feminista, indaga, cuestiona, reflexiona y analiza, el proceso de transformación de las subjetividades e identidades de género hacia la configuración de sujetas políticas de las Madres de Soacha. Un grupo de mujeres que comienzan a organizarse en el 2008, para luchar por la búsqueda de verdad, justicia, reparación y no repetición, ante la desaparición forzada, tortura y ejecución extrajudicial de sus hijos. En un contexto social y político atravesado por un conflicto armado donde se origina una sistemática vulneración de los derechos humanos de la población civil, con un fuerte impacto de género. Una de las piedras angulares del presente trabajo investigativo, es el análisis de la capacidad de agencia de las mujeres, clave para el desarrollo como libertad, ejercida a partir de su participación individual y colectiva en espacios públicos, tejiendo vínculos asociativos y politizando su rol como madres.

Palabras clave: Subjetividad, identidad de género, sujeta política, capacidad de agencia, politización de la maternidad, víctima, violencia sociopolítica, derechos humanos.

Mothers of Soacha Policy Subject: Agency Capacity in Colombia Face of Impunity

Abstract: This qualitative research from a feminist paradigm, inquire, question, reflect and analyze, the process of transformation of subjectivities and gender identities subject to the policy of de Soacha´s Mothers setting. A group of women who began to organize in 2008, to fight for the search for truth, justice, reparation and non-repetition, before the disappearance, torture and extrajudicial killing of their children, in a social and political context pierced by a conflict armed which causes a systematic violation of human rights of the civilian population, with a strong gender impact. One of the cornerstones of this research work is the analysis of the capacity of women’s agency, key to development as freedom, exercised from their individual and collective participation in public spaces, weaving associative links and politicizing its role as mothers.

Key words: Subjectivity, gender identity, political subject, agency capacity, politicization of motherhood, victim, sociopolitical violence, human rights.

Introducción

Colombia es un país con una realidad sociopolítica de una gran profundidad y complejidad, un país que vive inmerso en un conflicto económico, social, político y armado interno de alta intensidad, desde hace sesenta y cuatro años, dando lugar a una permanente situación humanitaria grave, y a una sistemática vulneración de los derechos humanos. Siendo la población civil la que mayor impacto sufre a consecuencia de los abusos de derechos humanos e infracciones del derecho internacional humanitario.

Una de las manifestaciones más graves de la referida crisis humanitaria, son las ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por el Ejército del Estado colombiano entre el 2002 y 2009 contra la población civil (mayoritariamente personas campesinas, indígenas, trabajadoras, líderes y lideresas comunitarias, jóvenes y personas marginadas), existiendo en la actualidad más de 3.500 casos registrados.

Las ejecuciones extrajudiciales responden a muertes intencionadas que no se dan en medio de un combate, con participación directa o indirecta de agentes del Estado, ya sean como autores intelectuales o materiales, o como cómplices. Las personas reclutadas son vestidas de guerrilleros, simulando un falso escenario de combate, con el fin de presentar a la sociedad colombiana y a la comunidad internacional, que se estaba combatiendo la guerrilla.

Entre enero y agosto de 2008 fueron reclutados, desaparecidos y posteriormente ejecutados 16 jóvenes de la localidad de Soacha1.

Fueron los medios de comunicación quienes denominaron a las Madres de Soacha de los “Falsos positivos”, cuando el 23 de septiembre de 2008, las familias de los jóvenes de Soacha se encontraban en el Instituto de Medicina Legal, siendo informadas de los trámites para ir a identificar los cuerpos de sus hijos, los cuales se encontraban en una fosa común en Ocaña.

Según, (Sen, 1999) una de las cuestiones más descuidadas en los estudios de desarrollo, es el enorme alcance de la agencia de las mujeres, siendo esta un aspecto de suma importancia del desarrollo como libertad. Sen, considera crucial el reconocimiento en la economía política del desarrollo, la participación y el liderazgo en el terreno político, económico y social de las mujeres.

Planteamiento del problema investigativo

Pregunta como punto de partida:

  • El proceso colectivo por la búsqueda de la verdad, justicia, reparación y no repetición que llevan a cabo las Madres de Soacha ¿les ha constituido como sujetas políticas?

Hipótesis:

  • No toda acción colectiva origina la constitución de sujetas políticas, pero sí una trasformación en las identidades y subjetividades.

Objetivos:

  • Indagar qué transformaciones se han producido en las identidades y subjetividades de las madres de Soacha durante su proceso colectivo por la búsqueda de la verdad, justicia, reparación integral, y si ha originado en ellas su constitución como sujetas políticas.

Método

El presente trabajo es un estudio cualitativo, el cual lo he desarrollado desde una base metodológica feminista, entendiendo esta como:

(…) que la investigadora considera a la o las propuestas de investigación tomado explícitamente el punto de vista de las mujeres. La aplicación de la metodología feminista forma parte de un proyecto científico más amplio que tiene como propósito que las mujeres sean los sujetos activos de la investigación, de manera que esta se haga con y para ellas. (Labrecque, 1998)

La Academia Feminista inserta la crítica epistemológica, rechazando la objetividad (Massolo, 1998), cuestionado que el único conocimiento válido y legítimo sea aquel que provenga de la cuantificación-medición de los fenómenos sociales, y la dicotomía entre el sujeto investigador y el sujeto investigado.

En este orden de ideas, (Harding, 1996) se cuestiona ¿Puede entonces existir una investigación independiente de los valores? La cuestión sería más bien realizar investigaciones con valores sociales que incrementen la objetividad y no plantear de entrada que la investigación es independiente de los valores.

Con la presente investigación, planteo de entrada una postura política feminista, con unos valores específicos, encaminada a contribuir en la transformación de la realidad social, con una clara intención de aportar elementos para la construcción de ideas, reflexiones, debates, con el objetivo de mejorar las actuaciones llevadas a cabo en proyectos de cooperación al desarrollo. Así, como en el ámbito del Derecho, con la finalidad de aportar igualmente, ideas, reflexiones, debates para vencer los obstáculos que origina los sesgos androcéntricos que caracteriza a la generalidad de la teoría y praxis jurídica.

Asimismo, otro aspecto que caracteriza a la epistemología feminista, es la teoría del conocimiento situado, la objetividad feminista trata de la localización limitada y del conocimiento situado, no de la trascendencia y el desdoblamiento del sujeto y objeto (…) toda observación, todo análisis está situado y es subjetivo, parcial, incompleto en sí mismo: pero al mismo tiempo real, privilegiado y necesario. (Haraway, 1995).

En este sentido, es necesario situar desde el lugar en el que como investigadora en formación he interactuado con las personas actoras para la exploración de la realidad, a través de la cual he obtenido la información que me ha permitido el análisis, para la posteriores conclusiones. En este orden de ideas, he desarrollado la presente investigación como “mujer”, “blanca”, “española”, “abogada”.

El trabajo de campo lo realicé durante tres meses, desde diciembre de 2011 hasta febrero de 2012, en la ciudad de Bogotá y en el municipio de Soacha, a este último me desplacé en siete ocasiones.

Para la recogida de datos, realicé una continua revisión bibliográfica y de literatura académica relacionada con la temática investigativa, realice un total de seis entrevistas individuales semiestructuradas en profundidad, tres a las Madres de Soacha, y otras tres a personas profesionales del caso (psicóloga-forense de una organización civil, personero de la Personería Municipal de Soacha, y abogada-delegada de Derechos Humanos de la referida administración pública local). Llevé a cabo una observación participante, consistente en asistir a aquellos eventos educativos, sociales, judiciales y políticos de la vida cotidiana de la tres sujetas de la investigación. Y por último, a lo largo de todo el trabajo de campo, utilicé el cuaderno de campo/diario de campo, o sea, llevé a cabo ambos registros en un mismo cuaderno, donde fui anotando de un modo literal aquellos comentarios, expresiones de las tres sujetas investigadas, que me resultaron de interés, las ideas que me surgieron de mi observación, así como algunas notas, tras los diálogos informales que mantuve con algunas personas a lo largo del trabajo de campo.

¿Quiénes son las protagonistas de esta historia?: Su lugar de partida

Cuando me dispuse a analizar las entrevistas transcritas, observé que tenía una información muy valiosa de las vidas de estas mujeres, sin haber pretendido en la metodología investigativa realizar propiamente historias de vida, observé que mis preguntas introductorias del guión que construí para las entrevistas, dio paso a que estas mujeres me relataran etapas de sus vidas anteriores a los hechos que han dando lugar a que se convirtieran en las llamadas Madres de Soacha.

Se exponen sus retratos biográficos, como punto de partida del que parten estas tres mujeres “verracas”2, para recorrer un camino de lucha, que ya dura casi cinco años hacia su constitución como sujetas políticas.

MARÍA UBILERMA SANABRIA

MARÍA UBILERMA SANABRIA, Global Education Magazine,

(Foto tomada en la Casa de la Cultura de Ciudad Bolívar, durante un acto político en el que participaron las Madres de Soacha. Autoría propia)

María, 54 años, procede de una familia campesina muy humilde del Departamento de Boyacá, es la menor de tres hermanas. Desde los once años dejó de vivir con su familia, y se marchó de su pueblo para buscar mejores oportunidades de vida.

Con 19 años, tuvo su primer hijo, ha tenido un total de nueve hijos/as, fruto de dos relaciones con las que no contrajo matrimonio. Jaime Steven Valencia Sanabria, de 17 años de edad, su hijo asesinado, era el séptimo hijo, fruto de su segunda relación.

“[…] yo pagaba quien me cuidaba el niño, para yo poder trabajar, ya después yo quería tener dos hijos en la vida, yo jamás soñé tener tantos hijos, […] yo planifiqué con una cosa, planifiqué con otra y ninguna cosa me dio resultado […]”.

María, terminó su bachillerato cuando estaba embarazada de su séptimo hijo, después consiguió estudiar auxiliar de enfermería:

yo terminé mi bachillerato cuando estaba embarazada de mi niño, el que se llevaron […] estudiaba de 6.30 a 9.30 de la noche, entonces como ya me estaba creciendo la barriguita no cabía en el pupitre, me tocaba sentarme de medio ladito”.

María, siempre ha sido una jefa de hogar, ya que los padres de sus hijos no asumieron su responsabilidad, trabajó de zapatera, de costurera, reciclando, como dependienta, vendiendo empanadas, vendiendo helados, de auxiliar de enfermería, etc.

María, también sufrió el desplazamiento forzado desde Boyacá a Bogotá, a consecuencias que una de sus hijas de doce años de edad, fue amenazada tanto por la guerrilla como por el ejército.

CARMENZA GÓMEZ ROMERO

CARMENZA GÓMEZ ROMERO, Global Education Magazine,

(Foto tomada en el domicilio de Carmenza durante la entrevista en profundidad. Autoría propia)

Carmenza, 55 años, procede de una familia campesina muy humilde del Departamento del Meta, tuvo que desplazarse de su tierra a consecuencia de la violencia sociopolítica del país. Carmenza, es la onceava hija de un total de catorce hermanos/as.

A los 12 años, dejó de vivir con su familia, para irse a trabajar a otra región, como empleada de hogar interna, por ello sólo pudo estudiar hasta quito de primaria:

tenía doce años, trabajaba y estudiaba en esa época, mi madre me mandó a trabajar a Villavicencio, en una casa de familia hasta que cumplí quince años”.

Ha tenido un total de ocho hijos/as, tres mujeres y cinco hombres, fruto de dos relaciones con las que no contrajo matrimonio. Fue víctima de violencia de género por parte de su primera pareja:

Me tocó salir huyendo por problemas intrafamiliares con mi compañero. En 1982, un día a las cuatro de la mañana salí de Villavicencio con mis cinco hijos hacia Bogotá, donde yo no conocía a nadie, sabía que vivía una hermana pero no sabía en qué barrio, me tocó dormir en la calle con mis cinco hijos hasta que me pude comunicar con mi hermana”.

Carmenza, siempre ha sido una jefa de hogar, ya que los padres de sus hijos no asumieron su responsabilidad, ha trabajado principalmente de cocinera, de limpiadora y de empleada de hogar.

Víctor Fernando Gómez Romero, de 23 años de edad, su hijo asesinado, era el sexto de sus hijos, fruto de su segunda relación.

Carmenza, ha tenido que sufrir una segunda pérdida, la de su quinto hijo. John Nilson Torres Gómez, asesinado después de recibir diferentes amenazas de muerte y un atentado contra su integridad personal, a consecuencia de la búsqueda por la verdad, justicia y reparación de su hermano.

LUZ MARINA BERNAL PARRA

LUZ MARINA BERNAL PARRA, Global Education Magazine

Foto tomada en el domicilio de Luz Marina en la última sesión de la entrevista. Autoría propia

Luz Marina, 52 años, procede de una familia campesina muy humilde del Departamento de Boyacá, es la hija de una familia de cinco hermanos/as.

Estudió hasta el séptimo grado de Bachillerato, “Me casé en 1980, entonces ya nació mi primer hijo, dejé los estudios de lado, […] me casé y mi esposo no fue que me dio un apoyo así como suficiente”.

Luz Marina, se casó a los 21 años, fruto de su matrimonio ha tenido dos hijos y dos hijas. Fair Leonardo Porras Bernal, de 26 años de edad, cariñosamente le llamaban “Gringo”, su hijo asesinado, era el segundo de sus hijos. Padecía una discapacidad mental del 53%, tenía una edad neurológica de 9 años.

En el 2002, a consecuencias de circunstancias económicas familiares, Luz Marina, comenzó a trabajar como dependienta en unos almacenes textiles, “La causa de mi retiro fue por petición de mi marido, él decía que él quería que yo estuviera las 24 horas en la casa, entonces él hizo una negociación, digamos así donde él decía que el me pagaba el mínimo para que estuviera en la casa”.

De la búsqueda individual de sus hijos a la acción colectiva por la verdad, justicia y reparación: Una travesía hacía su conformación como sujetas políticas.

Los cambios en sus subjetividades e identidades

Pues, el derecho de nosotras las mujeres, de que no es solamente parir hijos y cocinarles, y lavarle al marido, sino que los valores que nosotras tenemos y hacernos valorar como somos mujeres, y tenemos derecho a ser valoradas y respetadas en todo sentido”. (Carmenza Gómez Romero)

La madre de hogar las 24 horas ya no existe, la destruyeron totalmente, hicieron un cambio extremo, totalmente de los pies a la cabeza […] he tenido que recorrer sitios que yo no conocía, he tenido que recorrer calles por una lucha, por mi hijo, que yo nunca había recorrido, he tenido que recorrer departamentos y países, que dentro de mi proyecto de vida nunca había imaginado […]”. (Luz Marina Bernal Parra)

Las estigmatizaciones sufridas a lo largo de su lucha

No arriendan así en las partes donde voy a tomar un apartamento en arriendo porque me distinguen por televisión que porque yo estoy amenazada no me arriendan que porque llegan a matarme a mí y acaban con toda la familia que haya”. (Carmenza Gómez Romero)

[…] ser una Madre de Soacha, es ser una madre con dolor, una madre estigmatizada,una madre señalada,[…]cuando vamos caminando por la séptima, visibilizando la muerte de nuestros hijos,[…]dicen-otra vez estas viejas3 cuando se irán a callar- […]”. (Luz Marina Bernal Parra)

Sus percepciones y aprendizajes de las organizaciones de mujeres y organizaciones feministas

[…] tenemos que ser conscientes de nosotras, porque vamos a luchar y ¿qué es lo exigimos? Que tenemos que estar todas unidas para saber ¿qué es lo que necesitamos?Y que se cumpla”. (María Ubilerma Sanabria)

[…] entonces cada una de las estas organizaciones fueron portadoras de grandes ideas para las Madres de Soacha, a ver las Madres de la Plaza de Mayo, la señora Martha, la señora Gladis, la señora Mirta, ellas nos decían –ánimo mujeres, que nosotros para organizarnos, también fue muy difícil, hay muchos conflictos, muchos pensamientos opuestos […] una organización no se puede hacer de la noche a la mañana, ni en dos ni en tres años, eso se va haciendo poco a poco- entonces eso fue lo que ella nos enseñaron […]”. (Luz Marina Bernal Parra)

La politización de su maternidad

[…] ¿has intentado buscar la verdad?, ¿has intentando que haya culpables? ¿no?, entonces ¿qué estamos haciendo?, sí nosotras con nuestro dolor que tuvimos para parir nuestros hijos y el dolor que nos invade a todas no ponemos nuestro grito en alto entonces ¿Cuándo va a parar esto?, ¿Cuándo para ese reguero de sangre tan terrible? Sangre inocente, mujeres ¿entonces cuando? […] porque de nosotras depende que haya paz en Colombia, de nosotras que sentimos el dolor.”(María Ubilerma Sanabria)

Su proceso de conformación como sujetas políticas

Antes no tenía conocimiento por lo que tenía que luchar, sabía que había algunos derechos pero no sabía cómo exigirlos […], hoy en día sé que sí tenemos derechos y que tenemos que exigirlos […] no tenemos que pedir el favor, es que tenemos que exigirlo[…]. (María Ubilerma Sanabria)

yo, antes no sabía los derechos de nosotras las mujeres y en que nos podíamos identificar porque yo era del trabajo a la casa y sujeta a mis hijos, y hoy en día me siento sujeta política porque he aprendido a luchar por la verdad de que se haga justicia por la muerte de mis dos hijos”. (Carmenza Gómez Romero)

[…] ahora es una lucha de dignidad, de exigencia, yo tengo que reconocer que a raíz de lo que le pasó a mi hijo,yo creo que me he convertido en una sujeta política porque entre esa lucha y esta exigencia, en eso es que las víctimas hemos convertido, para poder exigirle a un país […] compartir con otras mujeres que están en la misma situación”. (Luz Marina Bernal Parra)

[…] lo que nosotros hemos vivido con estas madres, es el proceso de transformación de personas en condición de manifiesta vulnerabilidad, en sujetos políticos, con una capacidad que son admirables, todavía la defensa y las víctimas en Colombia es incipiente […]”. (Luis Fernando Escobar, Personero de la Personería Municipal de Soacha)

  • El sufrimiento, la angustia, la incertidumbre: Negligencia de las autoridades en la ruta de la búsqueda de sus hijos

[…] ocho meses y yo ya lo había buscado por cielo y tierra […] mi otra hija, ella me llama a las 7 de la mañana y me dice mami prenda el televisor que están diciendo que los muchachos desaparecidos de Soacha están muertos en fosas comunes en Ocaña, Norte de Santander […] yo dije Dios mío, mi niño no, me volví nada, yo salí a ver donde quedaba Fiscalía […]”. (María Ubilerma Sanabria).

[…] yo lo busqué por el periodo de ocho meses, fueron terribles, ocho meses de búsqueda desesperada, yo fui a todo lado, coloqué denuncios y coloqué la foto de mi hijo en televisión, él salió, pero no hallé nada positivo […]”. (Luz Marina Bernal Parra)

Amenazas y hostigamiento sufridos a lo largo de su lucha: Absoluta impunidad.

Una mañana, el 7 de marzo de 2009, […] cuando veo es que la moto se viene encima de mí, al mismo tiempo que se viene encima de mí, saca la llanta hacía allá y se baja el parrillero y me toma por el cabello y me pega contra la pared pero durísimo así, usted vieja la queremos calladita, usted habla mucho, está hablando mucho, usted quiere quedar como quedó su hijo, con la jeta llena de moscas […]”. (María Ubilerma Sanabria)

[…] me costó la vida del otro hijo, de John […] pues sé que está en investigación, pero ya vamos para tres años y a mí, no me han llamado […] me hicieron varias llamadas al teléfono […] me dijeron de que dejara de dar tanta pantalla porque yo salía bastante en televisión que dejara de dar tanta pantalla porque iba a parecer con la jeta de moscas como había aparecido mis hijos”. (Carmenza Gómez Romero)

[…] a partir del 2009 han venido sucediendo una serie de amenazas para ocho familias, donde el caso de mi hijo mayor John Smith, fue abordado por dos señores en una moto, el parrillero se bajó y empezó amenazarlo, después llegaron mensajes de celular, después mensajes físicos por debajo de la puerta”.(Luz Marina Bernal Parra)

Vulneración del derecho a la honra y a la dignidad: La criminalización de sus hijos. El “Leit motiv” de su lucha

[…] ver a Álvaro Uribe Vélez, diciendo en los medios de comunicación que los muchacho de Soacha no se habían ido precisamente a coger café, si no con propósitos delincuenciales, eso para mí fue muy duro […] eso me tocó a mí, yo dije, se acabó mi silencio, porque mi hijo le quitaron su voz para defenderse, pero estoy yo […] yo tengo que exigir, yo soy la voz de mi hijo, entonces rompí el silencio totalmente”. (Luz Marina Bernal Parra)

ALGUNAS IDEAS A MODO DE CONCLUSIÓN

Comienzo aclarando, que lo que a continuación se expone es una aproximación, porque el estudio del caso que ha centrado mi investigación, está vivo y en permanente evolución, por ello, difícilmente se puede concluir algo, cuando hemos realizado una investigación cualitativa, donde se ha analizado particularmente una realidad personal, social y política de tres mujeres, pero que abarca a un contexto mucho más amplio, como es la realidad social y política de Colombia.

El concepto de sujeta política, envuelve una enorme complejidad, por ello, se abrió el análisis a otras categorías, estrechamente relacionas, con el fin que la exploración y posterior conclusión fuese de un mayor enriquecimiento teórico y analítico. En este sentido, se ha utilizado el concepto de subjetividad, identidad, agencia y politización de la maternidad, lo cual ha permitido, extraer una valiosa información acerca de los cambios que estas tres mujeres han experimentado en sus vidas, tanto a nivel individual como colectivo.

De acuerdo, con (Rauber, 2003) “sin sujeto no hay transformación social posible y no hay sujetos sin sus subjetividades, sin sus conciencias, sus identidades, sus aspiraciones, sus modos vivenciales de asumir (internalizar, subjetivar, visualizar, asimilar, cuestionar o rechazar) las imposiciones inerciales del medio social en el que viven”.

Se afirma que las tres protagonistas de esta investigación se encuentran en un proceso de una continúa conformación de nuevas subjetividades e identidades, provocado dicho proceso por una imposición vivencial a consecuencia del medio social en el que viven, un contexto socioeconómico atravesado por una fuerte inequidad social, un escenario político altamente hostil, inmerso en un conflicto armado interno, donde sus hijos fueron reclutados, desaparecidos y ejecutados por el ejército del Estado colombiano.

Este hecho traumático, en las vidas de estas tres mujeres, además de haberlas convertido en víctimas, ha originado que sus subjetividades e identidades se transformen. Ahora ellas se sienten voceras, lideresas, defensoras de derechos humanos.

Comienzan a tener una conciencia de género, donde cuestionan el rol social reproductivo asignado a las mujeres.

De igual modo, ese hecho vital, ha transformado su rol de madres, han trascendido al ámbito público, haciendo que su dolor no sea una cuestión privada, sino política, donde a través de una lucha colectiva no sólo reivindican la búsqueda de la verdad, justicia, reparación integral y no repetición, del caso de su hijos, sino de todos los casos de Colombia.

Las Madres de Soacha han politizado su maternidad, haciendo uso de su poder como madres, lo que Foucault denominó la “circulación del poder”, utilizando su maternidad para rebelarse, organizarse y reivindicar justicia por la desapariciones forzadas y posteriores ejecuciones tanto de sus hijos, como de todas las desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales que se producen en Colombia (Foucault, 1976; citado en Luna et al., 2004).

Si bien, el origen del llamado grupo de las Madres de Soacha es una construcción mediática. No existiendo aún la constitución de un grupo organizado formalmente, donde han existido rupturas, y persisten dificultades, tales como, diferentes intereses, falta de formación política, falta de medios socioeconómicos, entre otras.

No podemos obviar, que ese discurso mediático, de acuerdo con (Luna, 2009) quién mantiene que las prácticas discursivas de los medios de comunicación intervienen en la construcción de los sujetos, ha influido para que hoy no estemos hablando de sólo las víctimas de los mal llamados “falsos positivos”, sino de unas mujeres que han ejercido su capacidad de agencia, ya que han optado por posicionarse por unos valores en los que creen, con el fin de originar cambios sociales, jurídicos y políticos.

Unas madres, que se vienen conformando en sujetas políticas cuyo discurso es el de derechos humanos, de justicia, de lucha contra la impunidad. Resaltar que de las tres mujeres entrevistadas, dos de ellas, se nombran a sí mismas como sujetas políticas.

Asimismo, hay que decir, que ejercer la capacidad de agencia, no siempre significa bienestar, ya que posicionarse públicamente desde un paradigma político frente a un Estado y a una sociedad, conlleva un costo personal. Se ha visualizado la estigmatización y amenazas que han vivido estas tres mujeres, incluso en el caso de Carmenza, tales amenazas se materializaron con el asesinato de un segundo hijo.

Me aproximo a concluir que la acción colectiva por la búsqueda de la verdad, justicia, reparación integral y no repetición que llevan a cabo María Ubilerma Sanabria, Carmenza Gómez Romero y Luz Marina Bernal Parra, ha transformado sus subjetividades e identidades, dando lugar, a un proceso continuo de conformación en sujetas políticas.

Referencias bibliográficas

Haraway Donna J. (1995): “Conocimientos situados: la cuestión científica en el feminismo y el privilegio de la perspectiva parcial”, en: Ciencia, cyborgs y mujeres, la reinvención de la naturaleza, Madrid, Ediciones Cátedra.

Harding, Sandra (1996): Ciencia y Feminismo. Madrid. Ediciones Morata.

Labrecque, Marie France (1998): Metodología feminista e historias de vida: mujeres, investigación y estado, Universidad de Laval, Canadá, en LULLE, T., VARGAS, P. y ZAMUDIO, L., 1998, Los usos de la historia de vida en las ciencias sociales (I y II), Antrhropos, Rubí, Barcelona

Luna, Lola G. (2004): El sujeto sufragista. Feminismo y Feminidad en Colombia, 1930-1957. Cali.

Luna, Lola G. (2009): Familia y maternalismo en América Latina. Siglo XX. Salamanca. Universidad de Salamanca.

Massolo, Alejandra (1998): Testimonio autobiográfico femenino: un camino de conocimiento de las mujeres y los movimientos urbanos en México, UAM-Unidad Iztapalapa, en Lulle, T., Vargas, P. y Zamudio, L., 1998, Los usos de la historia de vida en las ciencias sociales (I y II), Antrhropos, Rubí, Barcelona.

Rauber, Isabel (2003): América Latina: Movimientos sociales, representación política. Ediciones desde abajo.

Sen, Amartya (1999): Desarrollo y libertad. Editorial Planeta, 2000.

 NOTAS

1 Soacha es un municipio a 18 km de Bogotá, es un lugar que favorece los asentamientos de personas desplazadas dando lugar a bolsas de gran pobreza y por ello a un alto nivel de vulnerabilidad. De igual modo, Soacha hace parte de un corredor geoestratégico, siendo el paso de los grupos armados ilegales, ya que conecta a varios departamentos del país hacia el sur.

2 Término coloquial colombiano, para referirse a aquellas mujeres luchadoras

3 El término “viejas” es utilizado en Colombia de un modo despectivo.

 

This article was published on January 30th: School Day of Non-violence and Peace in Global Education Magazine

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